Primer puesto de la primera promoción de la “Maestría en Cuidados Paliativos y Manejo del Dolor” comparte su experiencia académica
La primera Maestría en Cuidados Paliativos y Manejo del Dolor desarrollada en nuestro país, por nuestra casa de estudios, inició en el año 2019 y culminó con éxito en la segunda semana de agosto pasado. Tanto estudiantes como docentes dieron su máximo esfuerzo para continuar y mantener el nivel académico que exige este programa académico de posgrado. La maestranda Melisa Serna nos comenta los momentos claves y motivaciones que le permitieron finalizar la maestría obteniendo el primer puesto en el orden de mérito.
“En los últimos meses de la residencia médica en el Instituto Peruano de Oncología y Radioterapia de la Clínica Ricardo Palma, a través de las enseñanzas del Dr. Wuilbert Rodriguez Pantigoso, aprendí no solo a desarrollar lo necesario para dar el diagnóstico de cáncer, sino también a acompañar al paciente oncológico. Después, gracias a los consejos del Dr. José Carlos Revilla, busqué especializarme en los cuidados paliativos.”
La maestranda Melisa Serna, después del residentado ingresó a Adamo, programa de atención al adulto mayor y paciente oncológico de la Diresa del Callao, a la par, en la parte privada, también realizaba atenciones domiciliarias, hasta que el camino la llevó al Instituto de Enfermedades Neoplásicas, donde se desempeña como médico oncólogo paliativista en el equipo funcional de medicina paliativista y tratamiento del dolor, allí realiza atenciones de consultorio externo, de urgencias paliativas, incluyendo tratamientos paliativos, ya sea, para el control del dolor u otros síntomas y, actualmente, telemonitoreo telefónico y también videollamada.
“Necesitaba capacitarme, tener una base teórica que pueda sostener mi base laborar, los pacientes se merecen lo mejor, es nuestro deber ético estar suficientemente capacitados y preparados para atenderlos en el momento preciso. Para mi fue una gratísima noticia que la Fundación Grünenthal y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos suscriban un convenio, para que esta casa de estudios sea la pionera en la Maestría de Cuidados Paliativos y Manejo del Dolor.”
Es así que la maestranda inicia sus estudios en la citada maestría en agosto del año 2019 junto a otros 60 maestrandos. Melisa Serna nos comenta que el proceso de aprendizaje fue muy exigente y está agradecida con los docentes sanfernandinos. “Agradezco la tenacidad de la coordinadora, la Dra. Katia Echegaray por haber sacado adelante la maestría y motivarnos a continuar y a no abandonar el barco en ningún momento y al Dr. Podestá, coordinador de la maestría en la parte de investigación, actual decano de Facultad la de Medicina, quien contribuyó en que la constancia de cada uno en el avance de la tesis se mantuviera hasta el último día de la maestría, es algo digno de resaltar y agradecer. Gracias, doctor.”
“Ahora me siento con más armas para enfrentar la penosa situación en la que se encuentran los cuidados paliativos en el Perú. Por eso, creo que la maestría va seguir contribuyendo al desarrollo de estrategias de cuidados paliativos en los servicios de salud, donde cada uno de los maestrandos nos encontremos trabajando”, manifiesta la médica respecto a las competencias adquiridas al culminar la maestría en Cuidados Paliativos y Manejo del Dolor.
“Haber obtenido el primer puesto dentro del cuadro de méritos y pertenecer a la primera promoción de la maestría pionera en nuestro país, es para mí, una gran responsabilidad, me siento con un mayor compromiso, mayor responsabilidad porque ese paciente oncológico o con enfermedad terminal desea ser escuchado, ser tomado en cuenta, entonces hay una gran necesidad de que los cuidados paliativos sean visibles en nuestro país.”
Desafíos al culminar la Maestría en Cuidados Paliativos y Manejo del Dolor
“Los logros académicos siempre motivan a querer más y creo que es importante continuar desde donde se encuentre cada colega, desde cada trinchera ir sumando esfuerzos para que los cuidados paliativos ocupen el lugar que se merecen”, señala la maestranda.
“Es hora de iniciar un proyecto personal, de manera privada, en conjunto con otros colegas, como formar un hospice, lugar donde se atiende al paciente oncológico u otro que se encuentre enfrentado a una enfermedad terminal, que ha elegido que el confort sea lo primordial en su vida, aun sabiendo que la enfermedad de fondo no tiene cura, pero quiere una calidad de vida adecuada física, psicológica y socialmente. En nuestro país no existe el hospice y nos hace tanta falta, sería muy bueno que se incluya dentro de los programas del Ministerio de Salud.”
“Mi pregrado fue en la Universidad Federico Villarreal, tanto Villarreal como San Marcos son representativas para mí. Recuerdo las palabras del Dr. Sergio Ronceros cuando inició la maestría, él nos invitó a sentirnos como sanmarquinos porque íbamos a formar parte de esta nueva era dentro de la universidad y, realmente, es así como me siento”, finaliza.