Reseña Histórica
La Universidad de San Marcos se funda el 12 de mayo de 1551, concedida por Real Cédula con autorización del Emperador Carlos V Rey de España (1516 – 1556) y bajo directa gestión de la congregación religiosa de Dominicos. Funcionó al inicio como Estudios Generales, con el dictado de disciplinas filosóficas, teológicas y científicas, con arreglo a las orientaciones existentes, “…para la mejor formación de los hijos de los nuevos pobladores, estantes y residentes…”.
En 1792, por gestión de Hipólito Unanue, se inauguró el Anfiteatro Anatómico en el Hospital de San Andrés, que se mantuvo en su creación y funcionamiento separado de la Universidad, a fin de contrarrestar las ideas religiosas prevalentes de la época, que se oponían una educación anatómica más moderna. Esta inauguración fue un hito para la modernización de la enseñanza médica en el país. Hipólito Unanue también dio origen a las llamadas “Escuelas Prácticas de Medicina y Cirugía, a fin de reforzar el manejo clínico de los enfermos.
Hipólito Unanue, influenciado por las corrientes de formación médica vigentes en Europa, tenía conciencia clara sobre la necesidad de perfeccionar la enseñanza médica a través de una formación integral y uniforme de médicos y cirujanos y propone al Virrey Fernando de Abascal la creación del “Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando”, el que se inauguró en 1811, también separada de la Universidad de San Marcos. Fue Unanue su primer Director e independizado del ámbito de la Universidad, entonces bajo dominio eclesial, los estudios médicos que alcanzaron un mayor dinamismo y libertad de ejercicio académico formativo. Unanue con este conjunto de cambios, concreta también la formación combinada de la medicina y la cirugía, ésta última estaba antes a cargo de “barberos”. En este contexto también propuso el primer plan de estudios del Real Colegio, pionero en Iberoamérica, que incorporó la enseñanza de dieciocho asignaturas organizadas en torno a cuatro ramas de la ciencia: matemática, física, historia natural y medicina, campos del conocimiento que Unanue consideraba necesarias para la formación médica. A esta propuesta se la considera la “Carta Magna” de la formación médica de la época en la medida de su incorporación a la formación médica, del estudio de las ciencias.
Al término de la Colonia e inicios de la República se cambia el nombre del Colegio de Medicina y Cirugía por el de “Colegio de la Independencia”, siendo Cayetano Heredia su primer Rector. Heredia dirigió el Colegio durante casi 25 años y fue autor del primer Reglamento Orgánico de la Facultad, reforzando las bases establecidas por H. Unanue, y estableciendo un Plan de Estudios de 6 años. Heredia también proyecta al Colegio hacia el exterior, enviando a profesores y estudiantes a Europa para que a su retorno contribuyan a reforzar la enseñanza sobre bases renovadas.
El Colegio de la Independencia se conserva hasta el 09 de setiembre de 1856, cuando el Presidente constitucional de entonces, Don Ramón Castilla, aprobó un Reglamento de Instrucción pública y crea la Facultad de Medicina de San Fernando, nombrando a Cayetano Heredia como su primer Decano, estableciendo además el retorno de la Facultad a la Universidad de San Marcos, después de 44 años.
Hasta 1880 se dio una expansión de la Facultad que se considera un periodo de “esplendor” para la enseñanza médica de inspiración francesa que; sin embargo, se vio eclipsado por la Guerra del Pacífico. Los años de la post-guerra permitieron una progresiva recuperación de la Facultad, en un marco de reafirmación de la identidad nacional que impulsan también a la Facultad, en torno al sacrificio de Daniel Alcides Carrión y su investigación sobre la verruga peruana, la formación en bacteriología y la afirmación de la teoría microbiana de la enfermedad, inspirada en las investigaciones de Pasteur y Koch.
En 1903, se inaugura el local central de la Facultad (donde funciona hasta la fecha) y se realiza una reorganización de los estudios médicos los que se profundizan más en el marco de la Reforma Universitaria de 1930, bajo el rectorado de José Antonio Encinas, en 1945, durante el Decanato de Sergio Bernales habría más cambios positivos.
En 1960, durante el Decanato del Dr. Alberto Hurtado, se organiza un nuevo Curriculum de estudios, donde se impulsan las ciencias básicas, se establece el creditaje, se elimina el examen de tránsito entre pre-médicas y facultad y se acorta el periodo de estudios de medicina a siete años. La nueva Ley Universitaria en 1960 (13417), estableció el co-gobierno con participación del tercio estudiantil, el que se establece en la Facultad de Medicina de San Fernando, con una importante oposición de un grupo de docentes, encabezados por el propio Decano quienes renuncian (423 docentes de un total de 711) a seguir perteneciendo a la Facultad de Medicina.
En general, hasta la primera mitad del siglo XX se consolida en la Facultad de Medicina una creciente hegemonía de la influencia norteamericana, en los estudios médicos, desplazando las de Francia, Inglaterra y otros países europeos. Los monopolios privados norteamericanos, jugaron un rol preponderante en este proceso, a través de la organización de fundaciones que brindaron apoyo técnico y financiero y permitieron a través de becas la capacitación de personal docente y la creación de infraestructura académica con fines de enseñanza e investigación. Los docentes que retornaron de estas capacitaciones, consolidan una orientación biologista, individual y asistencial, sustentada en la visión propuesta en el informe de Abraham Flexner (1910), en torno a las necesidades de la educación médica para Estados Unidos y Canadá, que enfatizaba una enseñanza más científica y que refuerza la perspectiva biomédica de formación en nuestra Facultad desde 1920.
Es de anotar también que el siglo XX fue un escenario donde los docentes de San Fernando tuvieron un destacado desempeño en el campo de la salud pública, con la creación y el rol que tuvo la primera Dirección de Salubridad Pública en 1903, que se considera un hito fundamental en la organización del Estado para responder a las necesidades sanitarias del país.
A partir de la segunda mitad del siglo XX por una mayor influencia de egresados de escuelas de medicina preventiva y de salud pública norteamericanos, se inicia el cuestionamiento de la orientación vigente en la formación médica, especialmente a la desvinculación entre la enfermedad y la prevención y condiciones sociales que la generan. Ese cuestionamiento genera instancias especializadas para esta aproximación entre las condiciones sanitarias y la realidad socio-cultural, económica y política por esta época también, cesan las cátedras, y se crean los Departamentos Académicos. Estos cambios, sin embargo, no logran cambios sustanciales, por lo que los planes de estudio continuaron casi invariables durante las siguientes décadas.
Los años finales del siglo XX hasta el periodo actual, se consolidan cambios sustanciales que renuevan las condiciones de formación de los profesionales médicos, en el marco del actual proceso de Reforma Curricular emprendido, cuyo principal desafío es la adecuación de la Facultad de Medicina a los planteamientos de la nueva Ley Universitaria. En el contexto se señalan como sus elementos más importantes a la globalización de la información, a la aparición de mercados regionales para las profesiones, los requerimientos de certificación de competencias entre otros nuevos escenarios, que impulsan a colocar los planes de estudio, y el perfil de formación de nuestros egresados, en coherencia con las demandas y necesidades que tiene el país, para dirigirnos exitosamente hacia su desarrollo social y sanitario.
Referencia:
Lastres JB. Historia de la Medicina Peruana. La Medicina en la República, volumen III.
Obra publicada en 1951 con ocasión del IV Centenario de la fundación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.